Situación actual podría derivar en el establecimiento de una política de control de precios en el sector.
En Estados Unidos, la Comisión Marítima Federal de Estados Unidos (FMC) declaró el 4 de agosto que había iniciado “una investigación acelerada sobre la oportunidad y la suficiencia legal de las prácticas de las líneas navieras con respecto a ciertos recargos”. La razón por la que se tomó la “acción [fue] en respuesta a las comunicaciones recibidas por la Comisión de múltiples partes que informan de que las líneas navieras están aplicando indebidamente los recargos”. Las líneas contactadas fueron CMA CGM, Hapag-Lloyd, HMM, Matson, MSC, OOCL, SM Line; y Zim “por haber aplicado o anunciado recientemente recargos por congestión o relacionados”, reporta Tranport intelligence (TI).
De acuerdo con Ti se desconoce si esta acción de la FMC está relacionada con una queja presentada a la Comisión por una empresa de muebles, MCS Industries, contra Mediterranean Shipping Company (MSC) que sugiere intentos de aumentar las tarifas de flete en el mercado spot.
En el Reino Unido, la organización de presión empresarial British Chambers of Commerce escribió a la Autoridad de Competencia y Mercados apoyando la idea de una “investigación formal” del mercado del transporte marítimo de contenedores. La Autoridad de la Competencia y los Mercados está estudiando el asunto de manera informal.
Según TI las empresas de logística deberían estar nerviosas al respecto. El actual clima político parece favorecer la interferencia en los mercados y no se puede descartar algún intento de control de precios.
A medida que los precios más elevados se extiendan más allá del mercado spot y lleguen a los contratos a largo plazo, la presión aumentará. La eficacia de ese control de precios es una buena pregunta, expone Ti.
“Es innegable que el aumento de los precios se debe, en parte, a la escasez de capacidad causada tanto por el escaso número de buques como por la utilización ineficaz de la capacidad portuaria y de contenedores debido a las pautas comerciales asimétricas. No está claro si las líneas navieras están aprovechando esta situación, pero cabe señalar que se sienten seguras de su capacidad para forzar diversas formas de incrementos de precios, algo que hace varios años no habrían hecho. En ello influye, sin duda, la consolidación del sector marítimo”, argumenta la publicación.
“Teniendo en cuenta que los retrasos en las entregas de más buques significarán que el mercado tendrá una escasez de capacidad durante muchos meses más y que la demanda al entrar en la temporada alta puede ser bastante fuerte, las cosas podrían volverse aún más complicadas”, proyecta Ti.
Por Mundo Marítimo.