Un brote de Covid-19 detectado a 80 kilómetros de Hong Kong activó la alarma. Las autoridades suspendieron el comercio. El fenómeno se extendió a otros puertos del sur de China. Se acumulan contenedores. Preocupación por el impacto en las ventas de Navidad 2021
Como si fuera un déjà vu de 2020, nuevamente un brote de coronavirus obstruye puertos críticos para el comercio mundial y su impacto podría prolongarse incluso hasta la temporada de compras navideñas.
El caos comenzó en mayo, en el sur de China, cuando las autoridades de la provincia de Guangdong -que aloja a algunos de los puertos de contenedores más activos del mundo– cancelaron vuelos, bloquearon comunidades y suspendieron el comercio en su costa para controlar un rápido aumento en casos de Covid-19.
Apenas ayer, la provincia de Guangdong registró dos nuevos casos confirmados de trasmisión local de Covid-19, en las ciudades de Shenzhen y Dongguan, así como cinco casos confirmados procedentes del exterior. Hasta el lunes, la provincia había notificado un total de 2706 casos confirmados de Covid-19, incluidos 1140 importados, reportó hoy Xinhua.
Actualmente, 230 pacientes están siendo tratados en hospitales, de acuerdo con la comisión, y hay una amplia campaña de testeos para controlar lo más posible este nuevo brote.
Por lo pronto, el puerto de Yantian, que está 80 kilómetros al norte de Hong Kong, cerró casi una semana a fin de mayo, después de que detectaran contagios en trabajadores portuarios.
Río que divide a Shenzhen de Hong Kong
Y aunque en el ínterin reabrió, sigue operando bajo su capacidad -a diario maneja mercancías que llenarían 36.000 contenedores de seis metros- y así se fueron acumulando contenedores que esperan su turno para salir y barcos que esperan para atracar.
Encima, la congestión en Yantian -y el coronavirus- se extendió a otros puertos de contenedores en Guangdong, incluidos Shekou, Chiwan y Nansha, todos ubicados en Shenzhen o Guangzhou, el cuarto y quinto puerto de contenedores integrales más grande del mundo, respectivamente.
La ciudad de Guangzhou en la provincia de Guangdong
El efecto dominó desató un gran problema para la industria naviera mundial. El atraso de Yantian “agrega una interrupción adicional a una cadena de suministro global ya estresada, incluido el tramo importante de transporte marítimo”, dijo a CNN Peter Sand, analista jefe de envíos de Bimco, una asociación de embarcaciones. Es posible que las personas “no encuentren todo lo que busquen en los estantes cuando compren regalos de Navidad a final de año”.
Hasta fin de la semana pasada, más de 50 buques portacontenedores esperaban para atracar en el delta del río Perla de Guangdong, según Refinitiv, lo que representa la mayor acumulación de pedidos desde 2019.
El inconveniente en las operaciones en Yantian es preocupante ya que el puerto no pudo manejar unas 357.000 cargas de contenedores de seis metros desde fin de mayo, estimó el director ejecutivo de la consultora danesa Vespucci Maritime, Lars Jensen. Y eso es más que el volumen total de carga afectado por el cierre de seis días del Canal de Suez en marzo.
Las operaciones del puerto de Yantian se recuperaron hasta aproximadamente el 70% de los niveles normales. Pero no espera volver a su plena capacidad hasta la semana próxima.
La congestión portuaria en el sur de China llevó a las principales compañías navieras a advertir a los clientes sobre retrasos, cambios en las rutas y destinos de los barcos y picos en las tarifas. E incluso Maersk, la línea de transporte de contenedores y operador de embarcaciones más grande del mundo, les avisó a sus clientes que los barcos podrían retrasarse en Yantian durante al menos 16 días.
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